Como todas las arañas de este género, el macho y la hembra tienen apariencias muy diferentes. El cefalotórax macho, ligeramente elevado, es negro con algunas cerdas blancas. El abdomen está cubierto de cerdas de color rojo anaranjado con dos o tres pares de puntos negros dorsales, a veces rodeados de blanco. Las patas son negras con anillos blancos en las articulaciones. Las patas III y IV tienen cerdas rojas. El tamaño del macho es de 8 a 11 mm. La hembra, dos veces más grande, es negra con cerdas de color gris claro a marrón claro. Hasta su última muda, el macho tiene el mismo color que la hembra. La araña vive en terrenos arenosos, secos y cálidos, matorrales pedregosos, en laderas cubiertas de brezo. La hembra cava una madriguera en forma de tubo cuya entrada está cubierta con una seda especial emitida por troqueles especializados (el cribelo). Es dificil de detectar. El tejido del lienzo tarda varias noches en completarse. Una vez maduro, en otoño o primavera, el macho abandona su agujero y se dispone a buscar una hembra que permanezca sedentaria. Las hembras pueden vivir cuatro años y no abandonar su madriguera donde se produce el apareamiento. Las hembras no comen al macho. La hembra hace un capullo para contener sus huevos y lo saca a la superficie durante el día para calentarlo. Por la noche, lo oculta nuevamente en su madriguera. El capullo está formado por una cáscara interna blanca perlada que contiene los huevos y una cáscara externa más gruesa y oscura a la que se adhieren los desechos. Los jóvenes se quedan con su madre durante mucho tiempo: pueden mudarse seis veces antes de salir. Si la madre muere de vejez, sus hijos pueden comerla. Esta araña no teje una red para atrapar insectos. Atrapa con sus piernas a los que pasan cerca de su agujero. Estas arañas a veces viven en colonias. Su mordida no es fatal pero causa dolores de cabeza severos y fiebre prolongada.